Entrevista a nuestro director Asie en Agronews
Asier Saiz director del Itagra habla del desarrollo del centro en los últimos 20 años y el futuro del sector que pasa por las imposiciones para respetar al Medio Ambiente.
Hace 19 años no era tan común vincular el desarrollo de un laboratorio universitario con las necesidades de las empresas. Esa colaboración público-privada, esa transferencia de conocimientos, se ha hecho más hueco en el sector primario sobre todo en los últimos años. Sin embargo el laboratorio de Itagra, Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario de Castilla y León ubicado en Palencia, ya dio en el 2000 ese primer paso hacia el mundo de la relación más estrecha universidad-negocio.
En la actualidad, la treintena de socios que se han sumado a Itagra -desde productores de semillas a empresas de agroalimentación- buscan junto a la Diputación de Palencia y la Universidad de Valladolid, desarrollar una labor con el foco puesto en incrementar y mejorar las producciones en alimentación, medio ambiente y agricultura: “Tenemos una serie de líneas por las que apostamos, como la agricultura ecológica, los cultivos alternativos, el impacto del medio ambiente, la retención del dióxido de carbono en la agricultura y la apuesta por el ozono que tiene un alto poder oxidante para eliminar posibles plagas” explica Asier Saiz director del Itagra, labor que desempeña desde hace casi cuatro años.
En una entrevista concedida a Agronews, Saiz insiste en que el trabajo que se realiza diariamente en este laboratorio comprende a toda la planta, desde la tierra hasta el efecto que produce sobre sus hojas. En Castilla y León y debido a la heterogeneidad de los suelos se trabaja con ensayos agronómicos con los que conocen cómo funcionan los fertilizantes. Además tienen en cartera una decena de desarrollos científicos que estudian desde hongos y micorrizas en herbáceos para evaluar la asimilación de nutrientes hasta aperos específicos para cultivos leñosos y el control de las enfermedades de la vid pasando por proyectos que favorezcan la mejora del cauce de los ríos en regiones con pobreza hídrica como Murcia -un proyecto europeo éste enmarcado dentro del programa LIFE-.
Por otra parte, el Itagra colabora con grupos operativos de trabajo de gestión de purines, fertilización nitrogenada, servicios de laboratorio agrícola -que hace las veces de asesoría de agricultores con más de 4.000 análisis a sus espaldas en el que ha evaluado los suelos o la vida útil de un producto- y cursos e inspección técnica de vehículos agrícolas.
Pero todo este amplio catálogo tiene un fin: la innovación; Máxime en un momento en el que los cambios están a la orden del día y se vislumbra un nuevo panorama para el sector primario de la comunidad, el país y la UE. Aunque, eso sí, según Saiz no todos los trabajadores del campo quieran innovar de igual modo: “Hay dos perfiles dentro del campo de la innovación, los que están muy motivados en la investigación y en diversificar los productos y los que piensan que es una obligación, creo que hay una sensación de que, o innovas y sabes transmitirlo, o estás fuera del mercado” explica.
El paso último de toda investigación es la divulgación de los logros conseguidos en el laboratorio que se transmiten en jornadas abiertas donde se comunica a la “pieza final” al agricultor un elemento esencial en esta cadena de investigación. Por ello buscan “escucharlos, comprenderlos y recuperar sus propuestas” que en ocasiones les devuelve una visión interesante por la visión práctica que tienen los trabajadores del medio en el que laboran cada día.
Nuevos agricultores...y fechas
Saiz cree que los nuevos agricultores, aquellos que llegan ya con una formación específica y tienen más “sensibilidad” hacia las nuevas tecnologías y a la aplicación de nuevos métodos y cree que eso es importante en un momento en el que el mercado mundial demanda cambios como la siempre polémica agricultura ecológica: “Los agricultores también ven que su cultivo es ecológicamente adecuado pero hay que cambiar la mentalidad del mercado sobre el uso de herbicidas; eso nos abre un nuevo campo también en los precios. Sin embargo la respuesta en el cambio a agricultura ecológica está siendo muy lenta” lamenta.
A pesar de ello el campo ya está en plena transformación aunque ésta no sea al ritmo que se requiere, sobre todo después de que Bruselas ponga fechas tope -cada vez más tempranas- a las condiciones de las explotaciones o los requisitos para percibir ayudas como la PAC. A nivel de investigación el Itagra tiene grandes diferencias respecto a lo que evalúan otros institutos porque, según Saiz “la mejora de un producto supone varios años” y esa puede ser una de las causas por la que los cambios en comparación con otros sectores como el automovilístico sean más lentos: “Lo que me asusta es que esos cambios sean más bruscos del ritmo que estamos llevando” vaticina. Pero el cambio empieza con la investigación y en esa el Itagra ya lleva dos décadas de ventaja.